(Gabriel García Márquez)
“He esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirte una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor para siempre”.
El amor en los tiempos del cólera, nos narra la historia del amor eterno que Florentino Ariza le promete a Fermina Daza desde el instante en donde los dos se conocen por primera vez.
Es entonces cuando Florentino Ariza tiene el propósito de enamorarla y casarse con ella, en un principio su amor es correspondido y se siente el hombre más feliz del mundo, pero Fermina Daza debido a su corta edad, se encontraba envuelta bajo una ilusión, era el primer amor, de esos apasionantes y del cual cuesta trabajo superar en esta vida.
Se escribían cartas clandestinas todos los días, para no perder el contacto y seguir conociéndose, incluso Florentino Ariza compuso una canción en violín en honor a “su diosa coronada”, el estaba dispuesto a pedir la mano de Fermina Daza, hasta que todo su juego de amor fue descubierto, causando la expulsión de Fermina del colegio en donde estudiaba y sobre todo, el enojo de su padre.
Fue entonces cuando Lorenzo Daza, hablo de “hombre a hombre” con Florentino Ariza, exigiéndole que la dejara en paz, ya que Fermina Daza no era mujer para un pobre hombre sin dinero y renombre como él.
Lorenzo Daza decidió entonces llevarla lejos, con su prima Hildebranda ausentándose durante tres años, cuando regreso era una muchacha completamente distinta, más bella, pero con el mismo andar de venada.
Florentino Ariza estaba más que feliz cuando la vio caminar entre los puestos del pueblo, hasta que decidió aventurarse a decirle que ese no era un lugar apropiado para una “diosa coronada”. El instante donde Fermina voltea es el fin del sueño, de la ilusión, el enamoramiento se esfuma para ella, Florentino Ariza no era más que una sombra, un pobre hombre, entonces fue cuando le dijo que todo había terminado.
Florentino Ariza queda destrozado, se enferma realmente de amor y para el colmo Fermina decide casarse con las persona de la familia más respetable del pueblo, el Dr. Juvenal Urbino de la Calle.
Pasaron los años y Florentino seguía amando con la misma intensidad a Fermina, no dejaba de pensar en ella un solo instante, cada cosa que el hacía u observaba le recordaba a su hermosa “diosa coronada”, el estaba completamente convencido de que Fermina volvería a su lado, siempre y cuando su esposo falleciera.
Su más grande deseo jamás se cumplió hasta el momento en el que Florentino tenía 84 años y Fermina 72.
Florentino, después de tantos años de exagerada paciencia, logra reconquistar a Fermina refugiándose para siempre en un buque fluvial de su compañía.
Crítica:
Es una obra un tanto controversial ya que es algo raro ver una relación de este tipo entre dos personas de la tercera edad haciendo este tipo de cosas, y sobre todo para esa época, no veo nada malo en ello, pero si es algo extraño leer todo lo que pasaron para que al final estuvieran juntos.
El amor de Florentino Ariza era sincero, sin embargo al final se convirtió en una obsesión, supongo que no pudo superar el hecho de que tuvo en sus manos en tan poco tiempo a su amada Fermina y que después de todo él solo era una ilusión más para ella, debido a que Fermina jamás volvió a mirarlo definitivamente lo marcó de por vida.
Fermina Daza es el tipo de mujer fuerte que al final se quiebra ante la infidelidad del esposo, Juvenal Urbino. Al parecer también una persona bastante selectiva y “original”, de carácter fuerte y decidido.
Juvenal Urbino, poco se supo de él en la obra, pero no se puede negar era todo un caballero al igual que Florentino (pero este ya estaba bastante corrompido), es el prototipo del “hombre perfecto” y claro que Fermina Daza no podía desperdiciar esa grandiosa oportunidad.
La obra, algo lenta en un principio y redundante, pero como conclusión te deja con un buen sabor de boca, una trama bastante interesante, lo que me gusta es que la vida de estos tres personajes pareciera algo común, sin embargo, los detalles de la narración hacen que los conozcas a la perfección.